La historia de la familia de Santi Tur está ligada a la finca Can Jaume d’en Carlos en la zona de es Arenals, donde su abuelo Jaime Tur, comenzó con la actividad agrícola ganadera. “Luego mi padre se dedicó a la hostelería y yo hasta hace 17 años. Cuando faltó mi abuelo y para aprovechar la infraestructura montada, la maquinaria, el invernadero y la clientela, ya que mi abuelo vendía producto a restaurantes y hoteles de la isla, decidí continuar porque era una pena parar”.
Santi se había criado en la finca por lo que no le fue difícil continuar, aunque mejorando algunas cosas. “En un principio estábamos dedicados a cultivar unas 160 hectáreas entre nuestras y prestadas por otra gente con blat xeixa y forraje, a lo que se añadía el ganado compuesto por 140 ovejas para vender cordero, además del cultivo de patata, cebolla y algo de sandía, a lo que se añadían hortalizas para surtir al restaurante familiar”.
Este combo no resultaba rentable por lo que hace 4 años tomaron la decisión de diversificar el cultivo de hortalizas, enfocando el trabajo a la temporada de verano, bajo la premisa variedad-calidad. Así, se incorporó la producción de cuatro tipos de pimiento (padrón, blanc pagès, italiano y amarillo pequeño), tomates de ensalada (valenciano y pera), cherry, cherry pera, sandía de tres tipos (melona, loma e imperial), melón (piel de sapo, galia y biga), cebollas, berenjena (blanca, negra y listada de Gandía) y todo enfocado a la venta directa al detalle con un puesto en el camino de la finca y otro en el Mercat pagès, este último desde comienzo de 2021.
La finca cuenta también con mandarinas, limoneros, higueras, perales y naranjos, así como con unos 50 olivos de los que se obtiene aceite para consumo propio. “Cuando la Cooperativa del Camp cuente con la almazara no descartamos destinar unas partidas para embotellar nuestro aceite y comercializarlo”, explica Santi.
Además la explotación tiene su área dedicada al cereal con trigo xeixa y el forraje para alimentar al ganado compuesto de ovejas cuyos corderos comercializan con una carnicería de la isla. Con respecto a los cerdos, por ahora solo dispone de unos pocos ejemplares que se destinan a consumo familiar, algo que podría cambiar en un futuro ya que trabajan en un proyecto para abrir un obrador de embutidos en la finca.
Con respecto a la situación productiva actual del campo, “las lluvias de los últimos años han ido a más, como este año que está siendo excepcional aunque no podamos entrar a algunos de los campos. Hace unos años pasamos una sequía atroz, tuvimos que traer de fuera comida para el ganado y eso perjudica mucho a la hora de mantener una explotación agrícola activa”, destaca el productor.
Por otra parte, Santi Tur considera como una mejora importante el impulso dado a la Cooperativa del Camp, de la que es miembro y que les brinda apoyo técnico y de maquinaria cuando se necesita para arar o cosechar, así como la posibilidad de utilizar las nuevas incorporaciones como el molinero harinero instalado en la sede de la entidad agrícola.
Por último, sobre si hay relevo generacional en el sector primario, Tur se muestra optimista y abierto a activar nuevos frentes. “Quedan vías y caminos que explotar como la producción y venta de harina de xeixa, poder hacer y vender aceite embotellado de Formentera cuando dispongamos de la almazara en la cooperativa, que se puedan hacer mermeladas, embutidos, miel, quesos, vino payés etiquetado, etc. El reto ahora es sacar productos de la isla de calidad que se vean en el mercado y yo a esto le veo futuro”.