Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha hecho uso de distintas plantas para la cura de malestares y enfermedades. Esa aplicación medicinal rudimentaria se fue perfeccionando a lo largo de los siglos a través de estudios cada vez más exhaustivos hasta detectar los principios activos de las distintas especies. Con la aparición de las farmacopeas y posteriormente las industrias farmacéuticas esos principios activos se fueron sintetizando hasta convertirse en los medicamentos actuales.
En el caso de Formentera, los bosques y prados de la isla albergan una importante cantidad de especies vegetales y entre ellas encontramos algunas con propiedades curativas. Para conocer más sobre este tema hemos consultado a la experta en la materia, Clara Castellotti, italiana de origen y residente en la isla desde hace 40 años dedicada a la enseñanza de cuestiones relacionadas con la medicina natural y con las plantas medicinales en particular.
“En Formentera tenemos varias especies autóctonas con propiedades medicinales entre las que destacaría el romero, el tomillo, el helicriso, el lentisco y el hipérico”, explica la naturópata.
Romero
El romero (Rosmarinus officinalis) es originario del Mediterráneo y, además de utilizarse en la cocina como condimento en un sinfín de platos, por sus propiedades medicinales se emplea en infusión para paliar problemas digestivos y los relacionados con la menstruación, para mejorar las funciones hepática y biliar, así como para disminuir la caída del cabello, entre otras.
“El que crece en la isla es diferente al que podemos encontrar fuera ya que como aquí llueve poco los principios activos de esta planta se refuerzan. Además como crece cerca del mar se potencia su acción como antireumático. Cuando yo llegué a Formentera había gente que llevaba una rama de romero en la boca y si se hacían una pequeña herida en la piel cuando estaban en el campo, aplicaban saliva embebida con romero sobre la piel para cicatrizarla”.
Tomillo o frígola
El tomillo o frígola (thymus), proviene también del Mediterráneo y al igual que el romero está presente en numerosas recetas culinarias. Esta planta, tomada en infusión, se emplea en dolencias como bronquitis, tos o dolor de garganta.
La variedad que crece en Formentera (tomillo cabezudo) solo se encuentra en el sur de España, sur de Italia y Grecia. “Este tomillo, con un sabor picante, tiene propiedades antibióticas. Por eso en invierno, una infusión de esta planta nos ayuda a crear defensas ante resfriados o gripes.”, destaca la experta.
Helicriso o siempreviva
El Helicriso (Helicrhysum italicum), también conocida como siempreviva o sol de oro por su inflorescencia amarilla en forma de botón, es una planta indicada para distintos tipos de alergia (asmática, al polen, de contacto, etc.). Sobre esta variedad Clara Castellotti destaca que es una de las pocas plantas con poder antialérgico. «El aceite esencial de esta planta es uno de los más caros y es además un regenerador fabuloso de la piel por lo que yo lo uso en la preparación de cremas antiarrugas”.
Lentisco o mata
El Lentisco o mata (Pistacia lentiscum) es otra especie vegetal típica del Mediterráneo que, además de ser utilizada para el tratamiento de catarros, su uso principal está enfocado al tratamiento de afecciones bucales. “Masticar una hojitas de lentisco es bueno para prevenir la piorrea o el sangrado de encías, ya que es muy astringente. También se puede hacer una infusión con las hojas, enfriarla y usarla como enjuague bucal”.
Hipérico o hierba de San Juan
El hipérico o hierba de San Juan es una planta que destaca por su uso como antidepresivo natural y como cicatrizante. «Es una planta fantástica que se puso de moda pero deberíamos moderar su uso ya que tiene varias contraindicaciones. Entre otras, no se puede utilizar si se toman antidepresivos o anticonceptivos».
Preparaciones y precauciones
Clara Castellotti hace hincapié durante la charla con FormenteraAvui en el uso responsable de las plantas con fines medicinales. «Las preparaciones de cada planta son diferentes, algunas se pueden consumir en infusión, otras en tintura que es cuando se macera la planta en alcoholes de diferentes graduaciones, dependiendo si es para ingerirla a gotas o para uso externo, y algunas se utilizan como aceites de uso tópico».
Estos procesos de preparación deben contar con el asesoramiento de expertos en la materia ya que la falta de conocimientos y una mala utilización de la planta puede acarrear intoxicaciones o reacciones adversas. «Hay que conocer las propiedades de cada planta, el mejor método para utilizarla, y saber si su uso nos va a beneficiar ya que todas tienen alguna contraindicación. Por poner un ejemplo, la clásica infusión de romero no es recomendada para las personas que tienen hipertensión arterial». Así, con una buena base de conocimientos e información podremos utilizar esa botica natural que nos ofrece Formentera.