“En Formentera he podido dedicar mi tiempo a la costura que es lo que amo y lo que quiero hacer” Entrevista a Elisa Ambrogetti

Con carta de artesana desde el pasado mes de abril la creadora italiana comercializa sus originales y coloridas creaciones en mercadillos de Ibiza y en Formentera

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Elisa Ambrogetti en su casa taller de Sant Ferran
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Elisa Ambrogetti (Italia, 1990) nació y creció en San Piero in Bagno, una pequeña localidad de montaña cercana a Bolonia, y a los 19 años se trasladó a Perugia con la intención de estudiar Veterinaria. “Finalmente no pude acceder y me tuve que conformar con un grado que combinaba conocimientos veterinarios y ciencias agrarias que no me agradaba demasiado”. Una vez acabada la carrera partió a Londres por un año a perfeccionar sus conocimientos de inglés, se enamoró de la ciudad y en ella le hablaron por primera vez de Formentera una isla que comenzó a frecuentar en 2015 durante las temporadas veraniegas trabajando como camarera para luego trasladarse a la tierra de su pareja, Mallorca, a pasar los inviernos.

Interesada por la moda y las tendencias del vestir desde siempre, Elisa nunca imaginó dedicarse al sector y mucho menos diseñar y coser sus propias colecciones hasta que llegó la pandemia. “Estábamos en Mallorca y la madre de mi pareja tenía máquina de coser y un cuarto lleno de telas. Así que un día decidí probar de hacer prendas para mí ayudada por tutoriales de Internet”, apunta Elisa quien comenzó a dar sus primeros pasos en la confección textil “sin pensar siquiera que iba a hacer mi propia colección ni tener una marca”.

Las prendas están confeccionadas en bandanas de algodón siguiendo el estilo patchwork

La joven diseñadora demostró no acobardarse ante el nuevo oficio y la primera prenda que diseñó y cosió fue un sombrero. “Subí la historia a las redes durante la cuarentena y muchas personas me encargaron uno y ese fue el inicio, con tanta energía creativa que incluso no quería que acabara la cuarentena porque me encontraba muy a gusto cosiendo mis prendas”, comenta risueña.

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Así las cosas en el verano de 2020 “dejé el trabajo en la cafetería de Mallorca y estuve creando nuevas propuestas textiles hasta mayo de 2021 cuando decidí volver a Formentera, hacer la temporada en un tienda en es Pujols que me permitía comercializar mis creaciones para finalmente quedarnos a vivir en la isla donde he podido dedicar mi tiempo exclusivamente a lo que amo y quiero hacer”.

La diseñadora da también una nueva vida a prendas usadas con la aplicación de bordados y combinaciones de tejidos

Marca propia

En 2022 Elisa se volcó totalmente en su proyecto con la creación de su marca El Ikigay Design dedicada a prendas unisex confeccionadas con bandanas originales de algodón 100% natural, en las que, aplicando la técnica patchwork, combina esta materia prima en la confección de pantalones, chalecos, faldas, pareos, kimonos, sombreros y vestidos, todas piezas únicas y con el color como seña de identidad. “Trabajo con patrones que diseñé estos años y al cortar las telas guardo los sobrantes que utilizo para hacer otras combinaciones de patchwork y para otros artículos como coleteros para el pelo”, explica Elisa mientras nos enseña su colección que también incluye chaquetas vaqueras de segunda mano compradas en el Rastro madrileño y en el mercadillo de Sant Jordi y tuneadas con bordados, flecos, lentejuelas y patchwork.

El último verano la diseñadora comercializó sus creaciones en varios mercadillos de Ibiza y durante dos semanas como invitada en la Fira de la Mola de Formentera, “una experiencia que me encantó ya que me hacía mucha ilusión vender ahí y dar a conocer mi trabajo inspirado en la isla”. Con respecto a la clientela, afirma que es “muy variada, de distintas nacionalidades y edades que se acercan a mi propuesta atraídos por el color que les infunde alegría”.

Con carta de artesana concedida por el Consell de Formentera el pasado mes de abril y a la espera de contar con un puesto de venta para el próximo verano, Elisa considera que la artesanía en Formentera pasa por un momento potente “con muchos creadores interesantes y lo bueno sería poder disponer de un espacio multidisciplinar en el que desarrollar los trabajos y compartir conocimientos y experiencias”.

 

 

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