El refuerzo de anclajes de los fondeos en arena con otros de mejor calidad; cambiar los tacos químicos actuales por otros con las uniones mecánicas soldadas, la colocación de bridas de nilones para dificultar que se aflojen los gajos de los fondeos; la sustitución de las boyas pinchadas y la instalación de las no existentes y la colocación de elementos de seguridad en los pantalanes flotantes son algunas de las soluciones que propone el informe encargado por el conseller de Litoral, Llorenç Córdoba, para mejorar la seguridad de los amarres ecológicos y el pantalán flotante del Estany des Peix después de la ola de embarcaciones que se soltaron de estos amarres durante los temporales sufridos a finales de 2023.
Tras la realización de una inspección subacuática con equipo de buceadores y embarcación de apoyo de los 207 puntos de amarre en boya, los técnicos establecieron que 30 de los puntos de fondeo están en mal estado debido al fallo del anclaje. «En los casos más graves el anclaje está prácticamente arrancado, la varilla del anclaje y los estabilizadores están completamente desenterrados y si se utiliza la instalación puede fallar completamente», indica textualmente el informe y añade que “en los menos graves la varilla se encuentra entre 25 y 50 centímetros desenterrada y, aunque no vaya a más, con el tiempo y los temporales se puede acabar partiendo”, al que hay que sumarle que “cuanto más salido está un anclaje menor es su capacidad de carga, con la que la eficacia del mismo no está garantizada”.
Asimismo, se han detectado cuatro anclajes tipo taco químico en mal estado, parcialmente arrancados o que se mueven y no se puede garantizar su correcto funcionamiento. “Por lo general todos los tacos químicos presentan un problema y es que están fabricados con uniones mecánicas sin soldar, con lo que con el tiempo se pueden aflojar y la instalación fallar. Esto se ha solucionado en algunos casos con un taladro y un pasador de acero inoxidable atravesando la tuerca no soldada. Si el pasador falla o produce corrosión galvánica en la varilla, con el tiempo se podría soltar la parte superior del anclaje”, dictamina el informe.
Otro de los fallos detectados es que 41 gajos de los fondeos estaban flojos o mal apretados. En este caso los buceadores les apretaron y colocaron bridas de nylon para dificultar que se vuelvan a aflojar y como testigo para futuras inspecciones.
También se han detectado 16 amarres del usuario sin guardacabezas y otras deficiencias, ya que el sistema instalado carece de una amarra donde el usuario pueda amarrar sus jefes y, de este modo, “es responsabilidad de cada usuario instalarse unos amarres fijados en la cadena con un grill o directamente ligados a la cadena”.
Otros fallos
La inspección realizada a petición del conseller de Litoral detectó también que había 12 boyas de fondo pinchadas. “Para evitar que el rozamiento de la cadena provocara daños constantes en la flora y fauna en torno al punto de amarre se instalaron boyas de fondos amarrados en mitad de la cadena, de forma que ésta quedara separada del fondo. La elección del modelo de boya no fue el más acertado ya que son los que normalmente se utilizan para balizamiento de playas, no son de plástico rígido y con el tiempo se acaben pinchando, deformando e inundando, por lo que dejan de cumplir su función”. La recomendación en este caso es que, conforme se vayan deteriorando, sean sustituidas por otro modelo de boya rígida específica por permanecer sumergida y diseñadas para resistir mejor el paso del tiempo.
También se han detectado boyas de superficie dañadas o con agua dentro. Por un lado la parte donde se fija a la cadena es de plástico y el propio peso de la cadena la acaba desgastando y rompiendo, provocando el hundimiento de la boya o que ésta se desprenda de la instalación. Además, al ser un modelo rígido, “durante las encalmadas puede picar en la embarcación dañando su pintura o marcando su antifouling. Recomendamos que conforme se deterioren y deban ser cambiadas sean sustituidas por un modelo inflable con otro sistema de unión en la cadena que no sea de plástico”.
Otro error detectado es el de varios anclajes de los 207 inspeccionados que están instalados en zonas donde se encuentra Caulerpa Prolifera, sobre todo en la zona sureste. Este hecho es destacable puesto que el mismo proyecto determina que no se instalarán anclajes ni fondeo de ningún tipo sobre esta alga.
Con respecto a los pantalanes, la inspección ha determinado que carezcan de elementos de seguridad como escaleras de acceso en caso de caída al mar, luces, aros salvavidas, extintores y botiquines, entre otras cosas. “Siendo una instalación utilizada por personas mayores, creemos que es muy necesario instalar escaleras en varios puntos para poder acceder a la superficie en caso de caída en el mar. Se pueden instalar torretas de aluminio equipadas con extintores, aros salvavidas con cabezas, botiquín de primeros auxilios y hasta un desfibrilador automático. También sería necesario algún punto de luz con sistema de placas solares y célula fotoeléctrica que ilumine la estructura en algunos puntos”. Por último se propone a su vez en los pantalanes la sustitución de los guardacabezas de plástico por guardacabezas de acero en las guías de la parte exterior de los pantalanes.