Hoy viernes Alejandra Ferrer deja la presidencia del Consell de Formentera como establece el pacto de gobierno entre Gent per Formentera y PSOE acordado después de las elecciones del año 2019 y pasa el testigo a la socialista Ana Juan. En esta nueva etapa continuará como vicepresidenta primera y consellera de Turismo hasta el final de la actual legislatura.
Con ella hemos charlado de estos dos años y cuatro meses de gestión que han sido “intensos por comenzar con un equipo nuevo formado por dos partidos políticos y por la pandemia que ha cambiado durante meses nuestra forma de vivir”.
A esa realidad tuvo que sumarle el enfrentarse a un cáncer de mama y al tratamiento correspondiente. “Me he sentido muy acompañada por mi familia y por el equipo con el que trabajo y sobre todo muy apoyada y arropada por la sociedad de Formentera. Eso me ha ayudado a que este año y medio de tratamiento se me haya pasado volando. Ahora me queda la última etapa del tratamiento más complicado para luego seguir con la medicación base durante bastante tiempo”.
Viejos y nuevos retos
Alejandra Ferrer se muestra “satisfecha, orgullosa y contenta por haber sabido trabajar como equipo y sacar adelante muchas cuestiones destinadas a salvaguardar la identidad de Formentera y proteger su entorno natural terrestre y marítimo”, y de haber conseguido establecer una muy buena comunicación entre Consell y ciudadanía, “algo que se potenció durante los meses de inicio de la pandemia cuando tuvimos que abordar temas complejos y que a la vez daban miedo. Por parte del Consell, el brindar información directa a la ciudadanía estableció confianza en la institución y creemos que se ha entendido que hemos defendido aquello que era bueno para Formentera, frente a decisiones que se tomaban desde otras administraciones”.
Otro tema que destaca “me deja con buen sabor de boca”, es la aplicación del formenteraeco “que se aprobó en un momento difícil, antes de las elecciones, y que se puso en marcha al iniciar la legislatura con el freno del número de vehículos y que decidimos que continuara funcionando en pandemia por la protección y por la imagen de la isla”.
En su balance Ferrer señala además que la pandemia “nos ha traído retos nuevos que hacen que tengamos que replantear, no nuestros objetivos sino el camino para alcanzarlos”. En este sentido apunta el caso de la protección marítima ante el avance del crecimiento del sector náutico y que se ha vuelto un tema inmediato. “La gente de la isla tiene muy claro lo que quiere proteger, no quiere ese skyline de embarcaciones cuando va a la playa ni necesita 160 frecuencias de viajes de línea regular. Creemos que se está primando una parte económica de lobbys empresariales que tienen intereses en la isla y eso tiene que cambiar escuchando la voluntad de Formentera de proteger nuestro entorno y defender el interés general”.
Otros de los retos para los próximos años que Alejandra Ferrer apunta están relacionados con grandes empresas y fondos de inversión “que no ponen ni un pie en la isla y que vienen a aprovecharse con, por ejemplo, la compra y venta de viviendas de lujo que solo tienen como inversión”, y las grandes marcas que vienen a establecerse en Formentera y “que son bienvenidas siempre que se adapten al modelo de isla y a esa identidad que ha costado mucho mantener y por lo que siempre hemos luchado”.
Asimismo defiende el seguir promocionando “nuestra cultura y patrimonio natural y arraigar nuestra sociedad a la isla concienciando y sensibilizando en su protección. Para proteger algo hay que quererlo y para querer algo hay que conocerlo”.
Por último, Alejandra Ferrer manifiesta convencida que “Formentera ha conseguido los retos más grandes partiendo de la unión de la sociedad y reclamando en bloque lo que considera necesario para la isla”.