
Ayer por la tarde se puso en marcha en Formentera el dispositivo especial de control llevado a cabo por las fuerzas y cuerpos de seguridad para evitar las aglomeraciones de gente, los botellones y las fiestas dentro del Parque Natural de Ses Salines. Desde las 18.00 horas los accesos a este enclave natural quedaron cerrados al público y sólo se permitía la salida de aquellas personas que ya se encontraban dentro de este lugar. Por su parte, sólo pudieron acceder a este espacio protegido los vehículos de transporte público, los vehículos de emergencias, los trabajadores del parque y aquellas personas que podían demostrar que tuvieran una reserva en alguno de los restaurantes de la zona. Para el resto de vehículos o transeúntes la entrada permaneció cerrada.

En esta primera jornada, los controladores de propio Parque Natural de ses Salines eran los que informaban a pie de carretera a los usuarios que se disponían a entrar de las nuevas restricciones de acceso, sobre todo por lo que afectaba al nuevo horario de cierre. Por su parte agentes de la Guardia Civil, Guardia Civil de Tráfico y Policía Local se encargaron desde diferentes puntos del Parque Natural de hacer cumplir la normativa. En concreto, los agentes impedían la entrada a los viandantes que ya dentro del parque se dispusieran a acceder a la playa con algún tipo de bebida con el objetivo de evitar los botellones. En otros casos, otros agentes controlaban desde la playa que no se produjeran aglomeraciones de personas, principalmente en aquellos puntos que han resultado ser los más conflictivos durante los últimos días.

Respectos al resto de puntos de acceso al Parque Natural que no podían ser vigilados por el propio personal de parque o por los agentes de seguridad fueron precintados.
La puesta en marcha del dispositivo especial de control dentro del Parque Natural de ses Salines es el resultado de la reunión de la Junta Local de Seguridad llevada a cabo ayer en la isla y llega después de varios días de producirse diferentes conductas incívicas por parte de algunos de sus usuarios como fiestas multitudinarias o botellones a pie de playa.
Para poder hacer efectiva esta medida, Formentera contará con un refuerzo extraordinario de la Policía Local, de la Guardia Civil a través de la Unidad de Seguridad Ciudadana que algunos días se verá reforzada por GEAS y con el servicio marítimo para tratar además la problemática de la venta ambulante ilegal de bebidas en la zona.