Todos, en mayor o menor medida, generamos residuos y estamos informados del problema que acarrean para el medio ambiente. La mayoría de los estudios realizados para mejorar nuestro entorno y la calidad de vida indican la importancia de reciclar el mayor porcentaje de lo que desechamos, así como el hecho de aplicar una conducta común que nos rija a la hora de adquirir determinados artículos en formatos menos contaminantes.
Asimismo resulta fundamental desechar los residuos según su tipología en los contenedores diferenciados (papel y cartón, vidrio, envases, materia orgánica, etc.) y hacer uso de los puntos verdes habilitados en el caso de residuos voluminosos o contaminantes.
Si bien Formentera cuenta con baterías de contenedores diferenciados, soterrados y en superficie, repartidos por gran parte de su geografía, así como un Punto verde o deixalleria y una Planta de transferencia, muchos desconocen cual es el proceso que se inicia desde el momento en que nos deshacemos de los residuos que generamos, tanto en el ámbito doméstico como en el comercial e industrial.
El técnico de Medio ambiente del Consell Insular, Javier Asensio, ha explicado a FormenteraAvui como se realiza actualmente este ciclo en la isla: «Los residuos están compuestos de diferentes materiales y la mayoría de estos se pueden reutilizar. Por ejemplo, las botellas y envases de vidrio depositados en el contenedor verde, que por cierto se deben tirar libres de restos de comida o bebida, se llevan a la Planta de transferencia de es Cap, donde se depositan en un contenedor denominado bañera, que es de caja abierta para que no se compacte el cristal y facilitar el posterior reciclaje, y se llevan vía marítima a gestores autorizados por Ecovidrio. En esas plantas el vidrio se destruye y se funde para fabricar luego nuevos envases”, explicó Asensio.
En el caso de los contenedores amarillos destinados a envases de plástico y latas, el contenido de los mismos se lleva a la planta de es Cap donde se compactan y trasladan a la Planta de transferencia de Ca na Putxa, en Ibiza, donde se realiza la separación de los elementos. «Esta separación se hace con distintos métodos como el magnético que atrae las latas, y otros como los lectores ópticos que diferencian los tipos de plásticos que se separan según el material con el que está compuesto el envase. Por ejemplo, en el caso de las botellas de plástico, estas se compactan y se envían a un centro de reciclaje en la península», apuntó el técnico.
Con respecto al contenedor azul (papel y cartón), los residuos que se recogen tres veces por semana se llevan a la Planta de transferencia para su compactación y posterior traslado. En el caso del cartón comercial, los productores de este tipo de residuos en grandes cantidades deben doblar las cajas y el sistema de recogida funciona todos los días.
La isla cuenta además con 10 contenedores para depositar el aceite de cocina usado que luego es tratado en Ca na Negreta para hacer biodiesel y los restaurantes disponen de un servicio para la recogida de materia orgánica que posteriormente se utiliza para la elaboración de compost.
Cabe destacar que para realizar la limpieza de los contenedores y de las zonas urbanas de la isla el Consell dispone de un vehículo lavacontenedores, una baldeadora 6000 y una granadora mecánica de 5000 litros.
Otros residuos
Los vecinos que quieran deshacerse de residuos voluminosos como un mueble o un electrodoméstico grande disponen de un servicio de recogida a domicilio gratuito limitado a un volumen de 2 metros cúbicos y que se solicita a través del teléfono 900 102 656. Si se trata de otros objetos más pequeños como ordenadores, tostadoras, colchones o televisores, los interesados los deben llevar al Punto Verde ubicado en la zona industrial de Sant Francesc, así como los restos de obra y de poda mínimos ya que las grandes cantidades de estos tipos de residuos se deben trasladar a la Planta de Transferencia de es Cap.
En el Punto Verde de la zona industrial también se deben depositar otros residuos contaminantes como pilas, baterías, fluorescentes, bombillas o restos de aparatos electrónicos, así como productos tóxicos que serán remitidos a gestores autorizados. Los vehículos en desuso se deben llevar a la Planta de Transferencia para darlos de baja.
Todos los procesos antes citados tienen un importante coste monetario y de recursos (combustible, agua, electricidad, etc.), por lo que resulta fundamental separar los residuos en origen para luego ser depositados en los lugares habilitados para facilitar la recogida y el tratamiento, así como reducir el consumo de determinados productos y reciclar al máximo para conseguir una isla limpia y respetuosa con el medio ambiente.