A Rita Costa, perteneciente a una familia de agricultores de Formentera, el cuidado del campo le corre por las venas y por esa razón nunca dejó de trabajar en el sector primario con la voluntad y el tesón de ir mejorando la producción y velando por la calidad del producto.
Así, en el año 2003 se dio de alta como productora en la Conselleria de Agricultura del Govern balear, y en 2005 fue la primera agricultora de la isla en obtener la acreditación de cultivo ecológico.
Rita dispone de un pequeño terreno de secano en Porto Saler y otro de 10.000 metros en la zona de Ca Marí donde cada año siembra entre 3 y 4 mil metros para rotar el cultivo.
Lo que más produce en esta finca es cultivo de regadío; tomates de distintas variedades (de colgar, ensalada y ramillete), pimiento de Formentera, berenjena negra, tomate cherry, remolacha, cebolla tierna y lechuga maravilla. De cara al invierno el cultivo se destina a variedades de coles, muy demandadas para los guisados tradicionales, coliflor, brócoli y patata. En materia de frutales la producción se centra en limones e higos de la isla.
Aunque dispone de riego por goteo con agua de pozo «muy dulce», Rita destaca que «este año la lluvia de finales de invierno y primavera vino muy bien ya que también habíamos sembrado productos de secano en un sector de la finca para limpiar el terreno cultivado el año anterior y que nos sirve para alimento de los animales. Han sido lluvias suaves y muy buenas para la actividad agrícola».
Con respecto a la tierra de la finca, Rita segura que es «buenísima y no necesita abonos de fuera ya que cerramos el círculo con nutrientes naturales como el estiércol de nuestros animales, que solo comen lo que producimos, y añadimos un poco de posidonia y de paja seca».
Pero la finca no solo se destina a la producción de vegetales y cereales ya que la ganadería también está presente. «Para dar servicio a los clientes tenemos ovejas para conseguir corderos, 50 gallinas para unas 15 docenas de huevos semanales y los cerdos para la típica porcella, muy demandada en Formentera, así como de engorde para obtener sobrasada y butifarrón que manufacturamos nosotros, y también gallinas pagesas para el caldo y la salsa de Nadal, en este caso bajo encargo del cliente», explicó la productora.
Asimismo, todos los productos de esta explotación agrícola ganadera se comercializan en el establecimiento familiar Carnicería San Francisco, que tiene una clientela fiel «que sabe que es producto de Formentera, lo lleva, repite y lo recomienda a sus amistades como cien por cien local».
Sobre figurar en el mapa Slow Food editado por el Govern balear con la colaboración del Consell Insular de Formentera, Rita Costa considera que es «una idea muy buena ya que promueve el producto local, de kilómetro 0; algo gratificante para los productores y para los consumidores de nuestros productos».