Después del confinamiento y el Estado de Alarma, la «nueva normalidad» se abre paso con la apertura de distintos establecimientos que tienen la temporada turística como marco para desarrollar su actividad comercial.
Es el caso de los cinco mercadillos de la isla, tres de los cuales ya han comenzado a abrir las paredetas y ofrecer a turistas y residentes una amplia variedad de productos de diferentes estilos.
En nuestro paseo ayer por el mercadillo matinal de Sant Francesc pudimos comprobar que todavía son pocos los stands abiertos ya que la mayoría de los vendedores abrirán el 1 de julio.
Según nos contó Nico Kinderman «en mi caso vengo con mucha ilusión, con ganas de empezar y agradecido de poder estar después de un invierno y una cuarentena dedicada a producir material, organizar el taller, dar clases a los hijos pequeños y con la incertidumbre de cuando se podría abrir, ya que el hecho de empezar el mercado en mayo sirve para ir tomando contacto con el público y ver qué tipo de piezas, colores o formas son las que despiertan mayor interés y continuar así la producción, y ahora es un inicio diferente».
Por su parte Pedro y Esmeralda, también manifestaron su satisfacción por haber comenzado la actividad «aunque un poco tarde y todavía con poca gente pero esperamos que con el paso de los días esto se anime y podamos sacar la temporada adelante».
También Kali se mostró contenta por retornar a la actividad y destacó que la cuarentena y el confinamiento sirvieron para producir material «y esperamos que aunque más corta termine siendo una buena temporada».
En los puestos visitados los vendedores atienden con mascarilla, disponen de gel hidroalcohólico para uso propio y de los clientes y de productos desinfectantes para aplicar sobre las piezas a la venta.
Con respecto a cómo vaticinan esta temporada atípica los consultados consideran que es pronto para hacer valoraciones en materia de interés por parte de los turistas o de ventas, ya que «hay muy poca gente para estar a punto de comenzar el mes de julio», pero todos se muestran confiados en poder sacar adelante la temporada aunque algunos calculan que las ganancias solo servirán «para pasar el invierno con lo justo si no hay inconvenientes y podemos llegar hasta el final de la misma».
Nueva distribución
Cabe recordar que, a raíz de la crisis sanitaria del Covid-19, y según confirmaron hace una semana desde el área de Comercio del Consell Insular de Formentera, los mercadillos este año se pueden abrir con una capacidad del 75% de paradas y se debe garantizar una distancia mínima de seguridad entre estas, según el último decreto del Govern balear.
Según manifestó en su momento la consellera Ana Juan, «desde la Conselleria de Comercio se ha trabajado con los artesanos para ampliar el espacio en los lugares donde sea posible». Así, el mercado artesano de la Mola se ha ampliado con un terreno anexo al actual y también tendrá paradas en la calle principal. Asimismo, el de es Pujols de este año se amplía por la calle de Cartagena para garantizar el espacio de seguridad, se han renovado las paradas de Sant Ferran que se encontraban en mal estado, y se mejoraron los enlaces eléctricos para las instalaciones en es Pujols.
Por otra parte los mercadillos de la Savina, Sant Francesc y es Pujols ya han abierto algunos de sus puestos, mientras que los de la Mola y Sant Ferran iniciarán la actividad el 1 y el 2 de julio, respectivamente.