Los meses de enero y febrero, que manifiestan las temperaturas más bajas del año, son los óptimos para proceder a la poda de palmeras sensibles al «picudo rojo».
Por este motivo desde la Conselleria de Agricultura del Consell Insular han informado que la poda de estas especies vegetales se deberán llevar a cabo siempre con una autorización previa de la administración.
El objetivo de esta medida es la protección de los ejemplares de palmera podados, la gestión correcta de los residuos generados en la planta de transferencia de la isla y la autorización permite además subir los residuos a la planta de transferencia de manera gratuita.
Indicaciones de poda
El sistema se debe ceñir a podar preferentemente sólo las hojas secas y, en caso de que sea necesario, cortar de forma limpia las hojas verdes minimizando las heridas sin producir desgarros y aplicando en las cicatrices masilla de poda o un tratamiento fitosanitario.
Asimismo los estípites o troncos de las plantas sensibles no deben cepillarse ni utilizar el afeitado o el perfilado como técnica de poda con motivos ornamentales, «sino únicamente en los casos que esté justificado y siempre seguido inmediatamente de un tratamiento fitosanitario».
«En caso de que durante las tareas de poda se detecte la presencia del picudo rojo se informará en el área de Agricultura del Consejo Insular de Formentera para continuar con el protocolo oficial de actuación», han explicado desde el Consell.
Picudo rojo
El picudo rojo, Rhynchophorus ferrugineus, es un escarabajo plaga que ataca las palmeras y que reduce e incluso detiene su actividad biológica cuando la temperatura es más baja.
Cabe recordar que el decreto 4/2016 de 29 de enero, califica de utilidad pública la lucha contra el picudo rojo en la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares y restringe la poda de palmeras sensibles a los meses de menor temperatura.