De todos es sabido el historial reivindicativo del pueblo de Formentera, como se ha manifestado en muchas ocasiones, desde la oposición a la construcción de un camping hasta las concentraciones contra la violencia de género o las prospecciones petrolíferas, entre otras muestras del sentir popular.
Lo que no parece de recibo es que se utilicen los muros exteriores del Cementerio Viejo de Sant Francesc, que data del Siglo XVII, para expresar a través de frases pintadas, la reivindicación de un colectivo.
Cabe recordar que el Cementerio Viejo forma parte del núcleo primigenio de Sant Francesc Xavier y por este motivo se encuentra incluido dentro del Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de conjunto histórico, de esta localidad.
Todos estamos a favor de defender la libertad de expresión de las personas y colectivos, pero quizás en este caso se debería haber elegido otro enclave y otra forma como por ejemplo una pancarta, en lugar de utilizar estas paredes incluidas en la reforma integral del cementerio llevada a cabo en 2015 y que supuso una inversión por parte del Consell Insular de 57.000 euros. Un dinero que es de todos y que sirvió para abrir al público un punto histórico del patrimonio de la isla.
