¿En qué consiste la psicooncología?
Es la rama de la psicología que se dedica a acompañar y ayudar a los pacientes diagnosticados con cáncer y a mejorar su calidad de vida. Se trata de ayudar desde el diagnóstico, amortiguando el «primer golpe» y durante los tratamientos y el proceso de la enfermedad. Asimismo tratamos a los familiares y allegados para que sepan llevar la situación. En suma, se trata de promocionar el bienestar y que la persona asuma la enfermedad de la mejor manera posible.
¿Cuáles son las líneas de apoyo que se aplican?
Mi base como psicoterapeuta es de tu a tu. Yo no soy un experto en su enfermedad y será el enfermo el que decida como afrontarla. Estoy para brindar herramientas para que lleve el proceso lo mejor posible. Cada paciente es un mundo y tienes que adaptarte a las necesidades y características de cada uno.
Tengo entendido que también brindáis apoyo al personal sanitario…
En la psicooncología hay tres tipos de población. El propio paciente, su entorno familiar y de amistades, así como el personal sanitario. Muchas veces el personal sanitario es reacio a recibir este tipo de ayuda ya que cuando pierden un paciente suelen tener sus propias vías para salir y realizar su propio duelo.
Podríamos hablar de una labor interdisciplinar entre medicina y psicología…
Nosotros no tenemos conocimientos médicos profundos pero estamos en contacto con los informes para saber la evolución de ese paciente y encontrar las herramientas para ayudarlo y que mejore su calidad de vida.
¿Cómo le afecta a Usted esta labor que lleva a cabo?
Afecta pero tengo herramientas para sobrellevarlo. La persona que llega a consulta se abre en canal, se mueven muchas emociones, muchísimos miedos. Tengamos en cuenta que hay miedo al diagnóstico, al tratamiento, a las secuelas del mismo, a volver a vivir y a morir. A esto se unen cuestiones familiares, pareja, hijos a cargo y sobre todo, por parte del paciente, si será capaz de llevar bien el tratamiento, si tendrá una secuela física y si volverá a ser feliz. Yo siempre les contesto que en mi caso también tendría miedo pero intento utilizar el sentido del humor cuando están preparados, siempre que ellos den el primer paso para utilizarlo, si no me cargaría la terapia, ya que el sentido del humor ayuda a tomar distancia con respecto a lo que nos preocupa y nos permite ver las cosas desde otra perspectiva.
Siempre se dice que las mujeres son más «fuertes» a la hora de gestionar emociones, pero Usted que lo vive de cerca, ¿existen diferencias entre hombres y mujeres a la hora de enfrentarse a la noticia del diagnóstico de un cáncer?
Las diferencias no son de género, son diferencias personales. Hay mujeres y hombres que en un primer momento están muy fuertes y al pie del cañón recibiendo el tratamiento, yendo a trabajar y cuidando de la familia pero a veces y en un momento, caen y se derrumban. Por otro lado están los que en el primer momento se derrumban y luego toman las riendas de la situación. Tenemos que entender que existe un primer momento de shock ante el diagnóstico y que puede llevar a negar con un «esto no me puede estar pasando», posteriormente se pasa a una fase de tristeza y de enfado, todos mecanismos defensivos.
En las sesiones pasa que hay personas que vienen con muchas ganas de verbalizar todas sus sensaciones en encuentros que algunas veces se alargan hasta las dos horas. Asimismo hay otros pacientes que lo procesan más rápido pero todos, ya sea aconsejados por su oncólogo o por medio de otras vías, acuden a nosotros para ayudarlos y acompañarlos.
¿Cómo funciona este servicio de psicooncología en Formentera?
Vengo de Eivissa martes y jueves y atiendo en el Hospital de Formentera. En junio de este año hemos elaborado un convenio para que los oncólogos deriven a los pacientes y familiares a nuestro servicio. La vía de acceso es directa contactando con algún miembro de la AECC o por que han sido aconsejados por el especialista.