Un día nublado y con una considerable bajada de las temperaturas se ha convertido en la hornada ideal para visitar enclaves de la isla alejados del tradicional «sol y playa». Por esta razón numerosos turistas se han acercado esta mañana a conocer el faro de es Cap de
Barbaria que inauguraba en su acceso una nueva normativa. La misma obliga a dejar coches y motos en la entrada de la finca pública de Sa tanca d’Allà dins, en una serie de aparcamientos disuasorios ubicados a uno y otro lado de la estrecha carretera y a recorrer a pie o en bicicleta los casi dos kilómetros que separan la barrera habilitada del faro antes mencionado.
Según comentaron a Formenteraavui las celadoras, la mañana estaba transcurriendo con normalidad, aunque
algunas personas se quejaron de no poder acceder con el coche hasta el faro aduciendo que iban con niños o con personas mayores. Las informadoras les explicaron que el recorrido era fácil y la mayoría se animó. A la vuelta todos comentaban a este medio que el paseo había sido «genial», aunque no se atreverían a llevarlo a cabo en una jornada a pleno sol y muchos no descartaban probar al atardecer para ver la puesta de sol.
Para Jeni Moya, una de las vigilantes de la entrada, «algunas personas se han mostrado sorprendidas y nos decían que ayer habían pasado con los coches sin problema, pero luego han aparcado y disfrutaron del paseo, mientras que otras se han ido o algunas daban excusas para que los dejáramos pasar porque vienen de muy lejos y solo quieren sacarse una foto».
Prueba piloto
En esta primera jornada de la «prueba piloto» de la nueva normativa ha estado presente el conseller d’Infraestructures i Mobilitat, Rafa González, que ha realizado el recorrido a pie y que volvió a la barrera con dos bolsas de residuos que se encontró en el camino y que depositó en los contenedores habilitados a la entrada de la finca.
González ha destacado que el objetivo de esta medida es el de «regular el acceso de vehículos a motor en este enclave, para evitar aglomeraciones y preservar el paraje natural». Asimismo apunta que la nueva normativa se aplicará hasta el 15 de septiembre, a partir de la barrera ubicada en el kilómetro 6,5 de la carretera del Cap de Barbaria.
La zona previa cuenta con un aparcamiento con capacidad para 60 coches y 100 motocicletas para que los visitantes puedan dejar los vehículos y desde allí ir andando o en bicicleta hasta el faro. «En el horario de máxima afluencia, de 11.00 a 13.00 y de 18.00 a 22.00 horas habrá un vigilante / informador junto a esta barrera que permitirá el acceso a personas con movilidad reducida», explicó el conseller.
«Bello e impactante»
Con esas palabras definieron el paraje la mayoría de las personas consultadas a la vuelta del paseo. Para Nico, de Italia, «ha sido un paseo muy agradable, el paraje es incomparable, el clima acompañaba y creo que volveré esta tarde para ver, ya que con las nubes promete, un buen espectáculo de color al atardecer».
Jonathan, también de Italia, destacó que la medida le parece justa «ya que son solo 15 minutos de caminata se puede disfrutar de la naturaleza y el entorno sin ruidos y con tranquilidad».
Por su parte María Luisa destacó la «felicidad» que sentían los niños y niñas al poder correr y saltar por la carretera sin peligros.
Pero como nunca «llueve a gusto de todos», algunas personas criticaron la medida. Para Antonio de Valencia, «vinimos encantados para ver el faro de Lucía y el sexo, pero considero que el paseo es un poco excesivo para personas mayores y sobre todo si hace calor».
Para Paco, vecino de Formentera, «los días que haga calor este paseo será difícil de recorrer y faltan papeleras en el recorrido».
Asimismo añadió que sería «interesante» que a la entrada se ofrecieran bicicletas gratis para que la gente realizara el recorrido.