El pasado viernes 19 de abril ha fallecido en Formentera el guitarrista flamenco Juan Morilla nacido en Morón de la Frontera, Sevilla, y residente en la isla desde hace más de dos décadas.
Morilla, que se definía asimismo como un «defensor de la ortodoxia flamenca” tuvo su primera guitarra a los 8 años de edad, un regalo de su padre «para ver si el niño destacaba en el arte musical», como me comentó en una entrevista hace años.
Su padre, convencido que el niño prometía, lo apuntó al Conservatorio de Morón donde Juan empezó a estudiar composición, vientos y guitarra. En el mundillo gitano de su ciudad natal Diego, el Castor, le enseñó algunas artes y acabada la escuela, Juan Morilla inicia su labor como guitarrista en la Compañía de Arte Flamenco hasta su posterior disolución.
Más adelante la carrera de músico seguiría primero en Ibiza y luego en Formentera con el objetivo de seguir investigando e identificado con la pureza del flamenco.
En la entrevista que antes mencionaba apuntaba que había llegado a la conclusión que “lo que me habían transmitido los viejos, esa ortodoxia flamenca, era la pureza que no se debe alterar. Soy un defensor de la ortodoxia flamenca a muerte. No me gusta la fusión, alguna me gusta pero no es algo que yo busque. Ni la desprecio ni la aprecio simplemente que la dejo fuera de ese flamenco más ortodoxo que es el que me interesa”.
Con varias obras escritas e interpretadas en distintas actuaciones y eventos celebrados en la isla, solo o acompañado de otros músicos y bailaores, Juan Morilla fue fiel a su estilo, a su música y a su guitarra.
DEP