Genara Álvarez García, conocida como Nenette, nació en Francia en 1966, cerca de la ciudad de Nancy, de padres oriundos de Salamanca que habían emigrado a tierras galas para trabajar. “Ellos se conocieron en Francia, tuvieron a mi hermano y tres años más tarde a mí. Ahí cursé la escuela, el secundario, un grado de Secretariado en FP y a los veinte años vine con ellos a España de vacaciones a casa de mi madrina en Ibiza y me gustó tanto que me quedé”, apunta a Formentera Avui.
Luego de las vacaciones comenzó un proceso formativo para trabajar en las oficinas del negocio familiar dedicado al butano que se abrieron en Formentera. “Primero vivimos unos meses en es Pujols, luego en Sant Francesc hasta llegar a ses Bardetes y después de unos años dejé paso a mis primas en la oficina y me puse a trabajar en hostelería durante la temporada”.
En el año 2000, Nenette comienza a acercarse seriamente a la artesanía como ayudante de la maestra artesana Marga Lesmes, dedicándose a la bisutería y a las distintas fases del trabajo en plata. En estas dos décadas, la artesana ha combinado la faceta técnica en el taller con sus buenas dotes para la venta en los mercadillos de es Pujols, Sant Francesc y en la Fira Artesanal de la Mola donde comercializa originales pendientes, pulseras y colgantes realizados en materiales como hilo, cuerda, cuero, acero o algodón que combina con piedras y maderas en variados diseños, así como distintas creaciones en plata.
Con respecto a la clientela y con sus años de experiencia dice que “es de todo tipo, están los que buscan algo barato, los que apuestan por piezas elaboradas y que valoran el trabajo artesano que hay detrás, los que repiten cada año y en todos los casos de diferentes nacionalidades y edades”.
Con buenas dotes para el dibujo, Nenette Álvarez ha comenzado a diseñar nuevas piezas para crear su propia colección inspirada en la naturaleza de la isla y después de haber obtenido la carta de artesana que otorga el Consell de Formentera a mediados del año pasado.
La artesana considera que en la isla hay muy buenos trabajos artesanales por lo que es necesario seguir apostando por la excelencia de la calidad y el oficio, “siempre hay que subir el nivel y trabajar para que se habiliten espacios destinados a talleres compartidos que dispongan de los servicios básicos, algo fundamental para poder seguir desarrollando la actividad artesanal en Formentera”.
