Preocupación en el sector primario de Formentera por la falta de lluvias

Agricultores y ganaderos no recuerdan un otoño tan seco y algunos se replantean la continuidad de parte de su actividad

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Imagen de la situación de sequía registrada en la isla a finales de 2023 en Formentera
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El 2023 será recordado en Formentera como el año sin lluvias, ya que han sido escasas las veces que hemos sacado el paraguas en la isla y, sobre todo, ha llamado la atención la falta de precipitaciones al inicio de la primavera (aquello de abril lluvias mil) y este otoño que acaba de llegar a su fin, de los más secos de los últimos cincuenta años.

Esta meteorología singular y con temperaturas estas semanas más propias de la primavera que del invierno, está trayendo mucha preocupación al sector primario de la isla y en pleno tiempo de siembra de cereales que, en su mayoría, se destinan al alimento del ganado.

Deseosos de conocer como se vive esta situación en el campo formenterés, desde Formentera Avui, nos pusimos en contacto con la gerente de la Cooperativa del Camp, la agrónoma Milena Barda quien recordó que las lluvias de fines de verano son fundamentales para la cama de siembra que permite a las semillas germinar en contacto con esta tierra húmeda. “Al no producirse esas precipitaciones importantes en septiembre y octubre, a la hora de la siembra se tuvieron que tomar decisiones en relación al banco de tierras como iniciar la siembra en materia de cereales (cebada, trigo y avena) solo en un cuarenta por ciento de lo planificado para esta temporada (unas 40 hectáreas)».

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Milena Barda, gerente de la Cooperativa del Camp de Formentera

Dada la situación anómala, “al no llover no se amplió dicha superficie para evitar la pérdida de semillas y ahora estamos a la espera de lo que sucederá con lo ya sembrado que tendría que germinar aunque no sabemos si perdurará el crecimiento en esta situación de sequía”.

Con respecto a la siembra en el resto de superficies disponibles se esperará unas semanas más para continuar o no con el proceso, una situación que seguramente afectaría a la producción de forraje con la escasez del producto de alimentación animal para el año próximo.

La experta señaló además que si bien en el caso de los cereales la escasez de lluvias afecta a la siembra de los mismos, en lo que respecta a vides, olivos y otros frutales esto podría producir una merma en la producción aunque cuenten con sistema de riego.

Sin hierba para el ganado

Las cabañas ganaderas de Formentera son las más afectadas por la sequía debido a la escasez de hierba fresca y los agricultores se encuentran a la espera para iniciar la siembra.

“Este año todavía no me he animado a sembrar semillas, estoy labrando por segunda vez para tener el terreno preparado pero sin sembrar esperando la lluvia y que la situación cambie después de fiestas”, apuntó Santi Tur en su finca de es Arenals.

Tur explicó además que ante la falta de hierba natural se ve obligado a comprar pienso para alimentar a sus 22 ovejas. “Tengamos en cuenta que ahora no salen ni malas hierbas y, aunque lloviera algo y pudiéramos sembrar, hasta dentro de tres meses no habrá forraje que cosechar. Si hubiera sembrado en septiembre como tocaba ya tendría áreas donde el ganado podría entrar a pastar, sin embargo no ha sido posible y, si lloviera ahora unos 30 o 40 litros se podría salvar la temporada, pero si no llueve en enero esto no será posible”.

Santi Tur junto a su rebaño de ovejas en su finca de Es Arenals

Sobre si vale la pena sembrar en seco, Santi Tur manifestó no ser partidario “porque no voy a gastos pagados, ni puedo perder abono o semillas, es tirar dinero a la basura por lo que prefiero comprar pienso”. El agricultor y ganadero destacó además que “en el caso del cereal ya pongo en duda la continuidad de este tipo de cultivo y estimo que Formentera se volcará más a la plantación de árboles que aguantan mejor la sequía. Con respecto a la ganadería esta situación me plantea seriamente el no continuar con la cría de ganado o reducirlo a la mitad para la limpieza de la finca”.

Tanto Santi Tur como Jaume Escandell de la Mola, coincidieron en que lo que ha pasado este año no lo han visto en su vida, “no llevamos ni 300 litros desde enero, eso es muy poco, una miseria”.

«Después del verano y de estos tres meses de otoño sin llover, la situación de sequía es extrema. Lo poco que sembré de forraje en septiembre para alimentar el ganado no ha germinado y la poca hierba que había se ha secado y las ovejas están rascando lo que pueden bajo las piedras”, señaló el agricultor al borde de los terrenos donde no ha podido sembrar cebada y trigo para el consumo de sus ocho ovejas y de las gallinas.

Para Escandell “esta es la peor sequía que he visto en mis 54 años, no ha llovido en primavera y tampoco hemos tenido los chubascos de septiembre ni las lluvias buenas de octubre y noviembre cuando no ha caído ni gota. En la Mola, que no hay pozos, tenemos las cisternas por la mitad o vacías y la cosa pinta muy mal esta temporada ya que tenemos que comprar alimento para el ganado y contar con la ayuda que nos ofrezca la Cooperativa en materia de piensos”.

Jaume Escandell en su finca de la Mola

Asimismo como su cabaña es pequeña y para consumo doméstico “no me plateo dejarla pero cuesta mantenerla” y destacó además que la falta de lluvia no solo afecta a la agricultura y a la ganadería, sino también a las zonas boscosas de la isla que no han podido retener agua en meses lo que podría llevar a que los ejemplares se sequen. “Efectos del cambio climático a los que nos habremos de adaptar”, sentenció el agricultor.

Ayudas al sector

El presidente del Cooperativa del Camp, Marcos Serra, remarcó la situación de “stand by” en la siembra de los terrenos del banco de tierras y comentó a Formentera Avui que ya han solicitado, a través de Pimef , ayudas para el sector profesional y desde la Cooperativa, se activarán también para el resto de socios.

Por su parte, la Conselleria de Sector Primario del Consell de Formentera aprobó hace unos días la concesión de una ayuda extraordinaria de 15.000 euros para los ganaderos de ovino y caprino “con la finalidad de paliar los costes alimentarios del ganado a causa de la sequía”.

Previsiones meteorológicas

Los agricultores y ganaderos de la isla coinciden en que si no llueve las primeras semanas de enero ya resultará imposible sembrar para conseguir el forraje necesario para la alimentación animal, por lo que hemos consultado con el geógrafo y climatólogo Pep Vicens, para un análisis de la situación actual y para conocer como se presentan las condiciones meteorológicas para el inicio de 2024.

Vicens explicó que el año hidrológico es del 1 de octubre al 30 de septiembre y los dos últimos, según datos de AEMET, han sido de sequía en las Pitiusas pero, “con los datos que disponemos ahora no podemos hablar de una situación grave y extrema de sequía en las islas, pero si en las costas mediterráneas de Andalucía y Cataluña”.

El experto señaló además que la media de lluvia en Formentera está entre 350 y 400 litros anuales y, según datos de la estación de Sant Francesc de Balears Meteo, en 2020 cayeron 332 litros por lo que fue un año seco; 2021 fue lluvioso de 624 litros anuales;  2022 un poco por encima de la media con 468 litros y, en 2023, si bien llovió algo en el mes de septiembre, desde octubre no se han registrado lluvias relevantes “lo que ha generado alarma, ya que son los tradicionales de precipitaciones en Baleares”.

En relación a la previsión, según datos del Centro Europeo de previsión a medio plazo, apunta a que enero será más seco de lo normal, aunque podría llover algo en las primeras semanas y febrero se presenta como normal o seco. El centro no ahonda en datos más allá de dos meses en materia de precipitaciones.

“Por su particularidad geográfica, Formentera es un territorio sensible, limitado y especial dentro de Baleares, sin cuencas hidrográficas de agua dulce y con un clima mediterráneo seco, estepario, donde la evaporación supera la precipitación por lo que siempre tendrá déficit de agua. Con el cambio climático y el aumento  de las temperaturas provocado por la acción del hombre en los últimos decenios, al aumentar la temperatura se incrementa la evaporación y eso empeora más la situación en la isla”, concluyó el climatólogo.

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