Formentera ha acogido este mediodía el acto conmemorativo del 25N, día internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres organizado por Espai Dones en colaboración con el área de Igualdad del Consell de Formentera.
La actividad ha comenzado en la plaza de la Constitución de Sant Francesc con una mesa informativa y la pegada de carteles alusivos a la convocatoria, seguida de la lectura de datos sobre la violencia y del manifiesto para acabar con la música del grupo Bloco Colubraria.
A través de la lectura del manifiesto se ha hecho una llamada a los poderes públicos para exigirles «que actúen con mayor contundencia y eficacia para frenar y erradicar la violencia ejercida contra las mujeres».
«Debemos lamentar que en el Estado español la lacra de los feminicidios ha aumentado significativamente este año. Y así lo avalan las estadísticas que acabamos de escuchar. La violencia contra la mujer es a la vez un medio de la perpetuación de la subordinación de las mujeres y una consecuencia de esa subordinación», señalaba el manifiesto que destacaba además al feminismo, como movimiento político y social que persigue la equiparación entre hombres y mujeres, y que «está absolutamente comprometido con la erradicación de la violencia, arma por excelencia del sistema patriarcal».
El texto ha hecho referencia además a la cultura de la violación «que está robando la sexualidad a las chicas y minando las relaciones basadas en la reciprocidad y el placer. Una sociedad que forma a los chicos para llamar sexualidad a “lo suyo”, el ejercicio del poder sobre las chicas. Esto no es una sociedad equiparada sino una escuela de desigualdad».
Asimismo las palabras leídas se han centrado en un llamamiento al gobierno del Estado, de la Comunidad Autónoma y local, en la medida de sus competencias, para que se elimine el fácil acceso a la pornografía de los menores y para que la coeducación y educación afectivo-sexual forme parte de la educación formal de nuestras escuelas e institutos, de manera permanente y estable.
También se ha pedido la abolición de la prostitución que conlleva la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, la reclamación de medidas legales, sanitarias y económicas que garanticen el derecho de las mujeres a una vida sin violencia y el respeto a los derechos humanos y la igualdad efectiva entre mujeres y hombres en todos los ámbitos.
El manifiesto ha abogado además por la tolerancia cero a los maltratos porque «queremos vidas libres de violencia y dignas de ser vividas» y por la igualdad, «un compromiso cívico de todas y todos, para la construcción de una mejor y total democracia, una sociedad más civilizada, más humana».