Recogidas más de 100 mil firmas para que la UE amplíe la definición de plástico a otros materiales

Oceana advierte que un borrador de la Comisión Europea podría abrir la puerta al uso de materiales sintéticos alternativos para esquivar prohibiciones de plásticos de un solo uso

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Plaga de plásticos en el fondo marino Foto: Oceana
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Oceana, como parte del movimiento BreakFreeFromPlastic, anuncia que suma su voz a la de más de cien mil personas que han firmado contra un borrador que permitiría sustituir unos tipos de plástico por otros y seguir fabricando productos de un solo uso prohibidos por la Directiva 2019/904.

Desde la ONG explican que este miércoles, la Comisión Europea debatirá con los Estados miembros las directrices para transponer la directiva al ámbito nacional, y entre ellas se incluyen definiciones sobre qué se considera plástico que podrían excluir a materiales como el celofán, el rayón y la viscosa, lo que daría vía libre a la industria para seguir fabricando numerosos artículos de usar y tirar.

Asimismo añaden que esta legislación establece objetivos de reducción, prohibiciones y otras medidas para minimizar el vertido de plásticos de un solo uso en el medio ambiente, especialmente en los océanos. Los Estados miembros de la UE deben aplicarla antes del 3 de julio de 2021.

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“El plástico de un solo uso es una plaga para los océanos. España debe alzar la voz para impedir que detalles técnicos diluyan la eficacia de la mejor herramienta que tiene la UE para luchar contra este problema. No podemos perder de vista que el objetivo es reducir el vertido de plásticos en el medio ambiente y por lo tanto no debemos permitir que los productores eludan sus responsabilidades”, señala Natividad Sánchez, directora de la campaña de Plásticos de Oceana en Europa.

Unos materiales por otros

Oceana advierte que la definición de plástico propuesta haría posible sustituir un producto por otro. Así, podrían fabricarse pajitas y cubertería desechables usando celofán, pese a que la directiva prohíbe estos productos. También podrían venderse artículos menstruales de rayón y viscosa, además de filtros de cigarrillos, sin tener que cumplir con los requisitos de etiquetado, medidas de concienciación y coste de la recogida de los residuos que exige la normativa comunitaria.

También especifican que el borrador de las directrices incorpora excepciones para envases que contengan varias raciones, al margen de que sea habitual encontrarlos como basura dispersa. «Las ONG alertan de que esto permitiría cambiar fácilmente el etiquetado a envases de comida para llevar, bolsas de aperitivos, y caramelos, entre otros, para que no se consideren plástico de un solo uso. Los envoltorios de golosinas están entre los residuos más hallados en las playas».

Cabe recordar que Oceana trabaja activamente para asegurar una transposición ambiciosa de la directiva comunitaria en España y así proteger su entorno marino. Su última acción ha sido la reclamación al Ejecutivo español de «medidas más ambiciosas» y, en este sentido, la organización pide prohibir la suelta de globos, eliminar vasos y recipientes desechables de los edificios de las Administraciones públicas, así como en bares y restaurantes, promover sistemas de retorno y aplicar un impuesto finalista al plástico de un solo uso.

 

 

 

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