El voluntariado a través de la confección de mascarillas

Iniciamos esta nueva sección "Formentera es queda a casa" con una muestra de la acción voluntaria llevada a cabo por cuatro vecinas de la isla ante la crisis sanitaria provocada por el COVID-19

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Proceso de confección de las mascarillas artesanales
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Nunca un elemento que tenemos asociado al personal sanitario o a los trabajadores que desarrollan tareas en las que los productos que manipulan pueden ser perjudiciales para la salud, entre otros usos, pasó a ser de uso cotidiano como las mascarillas.

Este artículo que si bien no protege al cien por cien del contagio del COVID-19, si es recomendado para aquellas personas que por sus trabajos tienen que estar en contacto con el público o compartiendo espacio con otras personas.

Ante la escasez de estos elementos en las farmacias, el área de Comercio del Consell Insular de Formentera coordinó hace unos días el trabajo de confección de 300 mascarillas realizado por cuatro costureras voluntarias de la isla, Josefina Mena, Pepita Gabaldar, Ma. Luz Barale y María Juan Ferrer.

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Con dos ellas pudimos charlar para que nos contaran la experiencia de voluntariado que han llevado a cabo y para que nos enseñen como se confeccionan estos elementos.

Pepita Gabaldar, conocida por sus habilidades con la costura, comentó que «la idea surgió de la consellera Ana Juan que nos pidió a varias costureras si estábamos dispuestas a confeccionar mascarillas, y yo acepté el encargo porque es una manera de ayudar y más teniendo conocimientos y elementos para poder realizarlas».

Pertrechadas del material donado por Teixits J. Marí Serra, La Caracola y Mercería Verdera y ayudadas con un video orientativo para confeccionarlas, las cuatro mujeres se pusieron manos a la obra.

Las mascarillas salieron a la primera porque todas tienen experiencia como costureras y algunas ya habían confeccionado unas pocas previamente para familia y amigos. «Es muy sencillo y en tres tardes las teníamos listas», comentó Pepita.

También Josefina Mena y María Juan, compañeras de faena como costureras en Teixits Marí Serra, cambiaron su labor habitual en la confección de colchas, cojines, cortinas o fundas de sillones y sofás por las mascarillas. «Nos unimos a la iniciativa porque ya habíamos hecho algunas para la familia, amigos y trabajadores de la panadería y de los colmados, así que cuando Ana Juan nos lo propuso para los trabajadores del Consell aceptamos sin problema y estamos dispuestas a hacer más si se necesitan».

Además Josefina realizó el vídeo que acompaña esta nota en el Facebook de Formentera Avui para animar a aquellos que dispongan del material y quieran confeccionarlas.

Las mascarillas elaboradas por las voluntarias permiten la introducción de un filtro

Materiales

Las costureras han coincidido en que el material ideal para confeccionarlas es tela de sábana de algodón, lo más nueva posible, para que sea resistente a los sucesivos lavados a temperaturas superiores a los 60 grados y a la desinfección con lejía.

Para la confección de una mascarilla de necesitan 1 trozo de tela de algodón de 20 por 40 centímetros, 2 gomas elásticas finas de 16 cm de largo y papel de cocina, pañuelos o toallitas de papel, papel higiénico o similar para utilizar como filtro.

«Se trata de una especie de bolsita para que dentro se pueda colocar un filtro, se le hacen pliegues y se cosen las gomitas elásticas finas que se ajustarán a las orejas del usuario», apuntó Josefina.

Todas las voluntarias han recordado que estas mascarillas no sirven para estar en contacto con personas enfermas sino para protegerse en el lugar de trabajo o cuando se ha de concurrir a algún establecimiento, y destacaron además la importancia de cambiar los filtros si se llevan durante varias horas, lavarlas después de cada uso y ponerlas y retirarlas por las gomas evitando tocar la tela.

«Estas mascarillas no son las homologadas por lo que es importante mantener las condiciones de higiene que los expertos han recomendado como no tocarse la cara, lavarse las manos a conciencia y con frecuencia y mantener limpia la casa y el lugar de trabajo», recordó Josefina.

Las costureras voluntarias agradecieron a los comercios que se adhirieron a la iniciativa y que facilitaron los materiales para la confección de esta primera remesa de mascarillas entregada al Consell Insular y, si hicieran falta más, todas están dispuestas a repetir, incluso con otro tipo de elementos que se consideren necesarios.

Una muestra de las mascarillas elaboradas por las voluntarias

Agradecimiento

Por su parte la consellera de Comercio agradeció la disponibilidad y el trabajo de estas voluntarias. «La respuesta ha sido un éxito y las 300 mascarillas confeccionadas fueron repartidas en Bienestar Social, en los comercios y entre particulares que las solicitaron al no haber disponibles en las farmacias, pero recordamos que no son de uso sanitario», apuntó Ana Juan quien destacó además la colaboración ciudadana, «ya que muchas personas, empresas y entidades de la isla se han puesto en contacto con el Consell para ofrecer de manera altruista sus servicios y estas mascarillas son un ejemplo de esta ayuda desinteresada».

 

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