Todo irá bien Formentera

Los residentes de Formentera están cumpliendo durante esta semana con las medidas adoptadas a raíz de la declaración del estado de alarma. La población de la isla pasa el mayor tiempo posible en sus casas y sólo se acerca hasta los comercios para proveerse de los productos básicos

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Todo irá bien Covid-19
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La mayoría de los residentes de Formentera están siguiendo a rajatabla las diferentes medidas de seguridad e higiene decretadas ante el estado de alarma declarado a nivel estatal por la crisis del COVID-19.

Desde el pasado lunes los habitantes de la isla han reducido al máximo los desplazamientos y sólo se acercan hasta los núcleos urbanos para abastecerse con los productos que estos días ofrecen panaderías, estancos, supermercados o farmacias. El resto de comercios que quedan abiertos como pescaderías, carnicerías y otras empresas de servicios han reducido horarios y en todos los casos se acata con rigor las medidas de seguridad e higiene decretadas para no contagiarse del virus.

El lunes pasado en las dos panaderías que había abiertas en Sant Francesc la cola de personas que esperaban fuera de los locales evidenciaba que no se trataba de una jornada normal. Además de la cola en el exterior del local, la distancia de seguridad que guardaban dichas personas fuera del establecimiento era lo más evidente de esta jornada poco convencional. Ya en el interior de los establecimientos los dos o tres clientes que como máximo podían entrar debían respetar la distancia entre ellos y también una línea les separaba del puesto de venta. Los empleados por su parte dispensaban los productos con guantes y desinfectaban los mostradores y espacios de acceso al público después de cada venta. Pero dicha prudencia en la higiene era en ocasiones también recíproca y en algunos casos los clientes también iban a comprar los productos provistos de guantes y en alguna ocasión también con la mascarilla puesta.

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Los habitantes de Formentera han reducido al máximo sus desplazamientos por el COVID-19

En otros supermercados o tiendas de alimentación de la isla se ha repetido durante esta semana la misma imagen y tanto clientes como empleados han respetado de manera estricta las medidas de seguridad e higiene.

El resto de comercios de la isla que no se dedican a la provisión de bienes básicos han contribuido a la no propagación del virus cerrando los locales e informando a sus clientes que volverán a abrir sus puertas cuando termine esta situación de excepcionalidad.

Un mensaje de esperanza

Aunque la crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus está preocupando a la población de Formentera, especialmente en el terreno económico, por lo que respecta a la salud la mayoría de sus habitantes afronta esta crisis con esperanza y con la certeza de que esta pandemia será algo pasajero.

Durante esta semana en uno de los balcones de una calle de Sant Francesc ha estado ondeado un cartel con un mensaje muy claro, lleno de optimismo y que resume a la vez el sentir general de una gran parte de los habitantes de la isla: #Todo irá bien.

Mediante esta pancarta, los ocupantes de este hogar, en este caso italianos afincados en la isla, muestran su apoyo a dos patrias compartidas que ahora mismo lo están pasando mal y lo hacen evidente desde un lugar que es testigo de dicho afecto.

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