Preocupación en la Comunidad de Regantes por no poder regar los cultivos con las aguas depuradas

Los agricultores temen perder las cosechas debido al tiempo seco si no pueden disponer de un agua en condiciones

730
Balsa de riego de Formentera / imagen de archivo
Publicidad
Compartir

Joan Ferrer, presidente de la Comunidad de Regantes de Formentera manifestó ayer la preocupación del colectivo por el «empeoramiento de la calidad del agua recibida desde la depuradora y la alta salinidad comprobada».

Desde la «apertura del grifo» el pasado mes de noviembre el regadío funcionó bien pero desde hace unas semanas la salinidad del agua han ido en aumento superando los índices normales, por lo que desde el colectivo recomendaron a sus asociados que no se produzca el riego salvo en casos de extrema necesidad.

Ante el inconveniente remitieron una nota a la Conselleria de Medioambiente del Govern balear responsable de la depuradora de aguas residuales de la isla ya que consideran que dicha EDAR «tiene problemas en sus instalaciones por obsoletas o por infradimensionadas, son incapaces de absorber el repunte de demanda en la temporada estival por la presión turística redundando irremediablemente en una muy deficiente depuración de las aguas residuales de la isla».

Publicidad

Cabe señalar que dichas aguas deben pasar por la planta de regeneración donde son
tratadas por las instalaciones de ultrafiltración y ósmosis para ser aptas para el riego quedando depositadas en la balsa de regadío.

Ferrer recordó que en las últimas fechas, la calidad del agua recibida por la depuradora ha empeorado lo que asegura «está colapsando todo el sistema de membranas y filtros de las instalaciones de la planta de regeneración impidiendo su correcto funcionamiento y en definitiva que el agua producida cumpla los parámetros de salinidad requeridos para ser apta para el riego».

Según explicó Joan Ferrer el problema afecta a todos los cultivos de cereales, forraje, árboles frutales u hortalizas «ya que ningún regante quiere salinizar sus parcelas y además, lejos de mejorar en los últimos días, persiste y la calidad del agua recibida de la depuradora es tan deficiente que se ha tenido que cortar la entrada de las mismas a la planta de regeneración por parte de la empresa pública TRAGSA encargada de su mantenimiento», señaló.

Desde la Comunidad de Regantes consideran que la situación es «del todo inadmisible tras años de espera de la puesta en marcha de unas instalaciones de riego echadas a perder por desuso debido a la ineficacia de las administraciones y que ven ahora peligrar sus inversiones en cosechas por las restricciones en sus turnos de riego y por un previsible corte del suministro en caso de que tal situación no se remedie inmediatamente».

Inauguración de las instalaciones de riego

Reacción del Consell Insular

Si bien la estación depuradora depende del Govern balear, desde el Consell Insular de Formentera, a través de la Consellerias de Medioambiente y de Agricultura, y ante la queja de los regantes, se han puesto en contacto con la administración autonómica y se han realizado análisis del agua que se remitirán al Govern a la espera de que la situación se revierta lo antes posible.

Cabe recordar que la balsa de regadío tiene una capacidad de 88.000 metros cúbicos que permiten regar 114 hectáreas y dar servicio a 69 regantes de la isla a través de 24 kilómetros de sistema de riego.

Dicha infraestructura, reivindicada por el sector agrícola desde 2003 y que contaba con una inversión de 8.217.764,38 euros aportados por el gobierno central, finalizó en 2009 aunque no se puso en marcha por diversas dificultades técnicas lo que produjo un deterioro de la misma que obligó al Govern balear a invertir 294.116 euros durante la pasada legislatura para su puesta a punto y poder, finalmente y con más de nueve años de retraso, dotar de agua para cultivos en la isla.

 

 

Publicidad