No es oro todo lo que reluce en la ¿limitación? a la entrada de vehículos

Artículo de opinión de Verónica Castelló Pérez, Consellera de Sa Unió de Formentera

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Salida de una embarcación del puerto de Ibiza con dirección a Formentera
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Verónica Castelló, consellera sa Unió

El lunes pasado entró en vigor la regulación de entrada de vehículos a la isla de Formentera. En días anteriores los medios de comunicación le dieron mucho bombo y platillo a esta medida y sobretodo el mismo lunes, durante todo el día, para comprobar su puesta en marcha. Se publicita dicha regulación justificando que es pionera en España y tal vez pueda servir de ejemplo para impulsar su aplicación en otras zonas que también se ven saturadas de vehículos, pero no nos engañemos.

Desde hace unos años los formenterenses se quejan de la saturación de nuestras carreteras, que no sólo se da en los meses de julio y agosto, llevamos unos años que el mes de junio -incluso septiembre- atrae mucho turista a la isla. Cada año está bajando un poco la masificación de turistas en temporada alta, los precios de la isla están haciendo al turista más avispado y viene antes o después de los meses más caros o eligen otros destinos turísticos más económicos y donde no se prohíba o regule a cambio de pagar una tasa tras otra.

En el 2014 el Govern del Consell de Formentera, formado por el pacto entre Gent Per Formentera y el PSOE, preguntó en el Consell d’Entitats -a los ciudadanos que acudían por aquel entonces- si se llevaba adelante o no un proyecto para paliar esta saturación de vehículos. La cosa quedó allí «dormida» hasta finales del 2017, principios de 2018, cuando Gent per Formentera veía acercarse el fin de su legislatura de mayoría absoluta con imposiciones, caciquismo, clientelismo y demás, por lo que empezó a apretar al Govern Balear. Existía la necesidad imperial de sacar algún proyecto o medida, una Ley o Normativa, lo que fuese, se debía poner freno a tantos vehículos circulando por las carreteras de Formentera si o si, tenían que colgarse la medalla de honor antes de las siguientes elecciones e intentar revalidar la mayoría.

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Pues bien, como menciono al principio, no es oro todo lo que reluce. Esta Ley de Sostenibilidad Medioambiental y Económica de la isla, (si, han leído bien, la regulación de entrada de vehículos a Formentera se llama así), está definida de forma muy general, a grandes rasgos, sin detallar ni especificar claramente todo aquello que se tenía que llevar a cabo antes de su entrada en vigor. ¿Por qué digo esto? La Ley sólo contempla la masificación de vehículos -según un estudio realizado en verano del 2018- y no el grado de contaminación y emisiones de estos. La propia Ley en su nombre dice la palabra Sostenibilidad pero, ¿que tiene de sostenible si el cupo de vehículos que se ha marcado son los datos del estudio hinchados al alza?

Otro pero en la gran puesta de largo de esta regulación, unos días antes de su entrada en vigor resulta que empresas como los Rent a Cars o de transporte público reciben notificaciones del Consell que ellos mismos deben dar de alta en la web de reservas los vehículos de sus flotas. Esto ya es el colmo de los colmos, ¿no han tenido suficiente tiempo de margen antes del 1 de julio para avisar a las empresa y que lo hicieran? Ahora deprisa y corriendo, porque en plena temporada turística no hay trabajo que hacer, estas deben ocuparse de hacerlo, cuándo creían que el Consell se ocupaba de ello, y peor aún, les marcan unos pocos días para hacerlo.
¿Saben porque sucede esto? Por la falta de planificación y de organización, las cosas tienen que hacerse bien, sin prisa pero sin pausa. La puesta en marcha de la regulación siguió un calendario muy ajustado. La página web de reservas se puso en marcha en abril-mayo sin haber contratado el personal necesario para desarrollar el proyecto, después de los procesos de selección llevados a cabo en mayo unos puestos de trabajo no se cubrieron por no tener el nivel de catalán requerido y otro se cubrió tarde por no dar con un candidato que encontrara una vivienda adecuada.

Una vez más, para colgarse una medalla, Gent Per Formentera alardeó de ecologismo, de preservar la isla y su entorno, dicen que con ellos la isla está en buenas manos, pero no se yo que decirles… Crearon una alarma social en aquellos turistas que siempre vienen con su vehículo a la isla o querían hacerlo por primera vez, algunos ya tenían sus reservas en hoteles o apartamentos y decidieron cancelar todo, ya bien por miedo, por incertidumbre o falta de información, de si su vehículo no podría llegar a tener acceso a la isla. Al final de la temporada los números hablaran, para justificar o no, si la regulación ha sido óptima.

Verónica Castelló Pérez
Consellera de Sa Unió de Formentera PP-Compromis

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