Contradicción

Artículo de opinión de Marta Vázquez

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Pintades fetes al fossar vell de Sant Francesc
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Voy a empezar por la parte bonita y dando las gracias a todos los participantes en la XVII edición de la Fiesta Intercultural de Formentera celebrada el pasado domingo en la plaza de Europa de es Pujols, y que tuve el lujo de presentar. Amistad, compañerismo, buenos alimentos y diversión marcaron la tónica de una jornada en la que el viento quiso hacer de las suyas pero no lo consiguió.

Y ese último apunte da que pensar porque, a veces, una «ventolera mental», provoca que a una o varias personas, vaya Usted a saber, decide o deciden realizar pintadas reivindicando lo que estiman justo.

Hasta aquí todo bien, todos tenemos derecho a defender nuestras opiniones, pero me repetiré como el ajo en el hecho de hacerlo en los muros de una zona declarada BIC como es el cementerio viejo de Sant Francesc.

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Limpiar otra vez esos muros construidos en el siglo XVII, con el trabajo que ha costado después de otras pintadas llevadas a cabo hace unos meses y relacionadas con la reivindicación del feminismo, movimiento al que me uno, me parece que es rizar el rizo.

Con estos actos, repudiados por Gent per Formentera y PP, no me queda claro que pretendían los autores de estas «obras de arte» con una muy buena caligrafía, por cierto.

No comulgo con el separatismo, las diásporas, los muros, las concertinas ni con ninguna otra forma de intentar separarnos. Solo busco que todos los habitantes de este mundo intenten llevarse bien y convivir en paz. Es una utopía, lo sé, pero estimo que no soy imbécil.

Todos estamos a favor de defender la libertad de expresión de las personas y colectivos y creo que se debería haber elegido otra forma de expresión como por ejemplo una pancarta, en lugar de utilizar paredes incluidas en la reforma integral del cementerio llevada a cabo en 2015 y que supuso una inversión por parte del Consell Insular de 57.000 euros. Un dinero que es de todos y que sirvió para abrir al público un punto histórico del patrimonio de la isla y asimismo no dañar propiedades privadas.

Repito que soy partidaria siempre de reivindicar nuestros derechos pero soy y seré contraria a demostrar los mismos a través de acciones estúpidas. No costaba nada pintar una sábana y colgarla en la plaza de Sant Francesc de olivo a olivo o en otro enclave de la isla. El mensaje es el mismo y llega igual le guste o no a quien lo recibe.

 

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