La panaderia Manolo recupera su horno de leña

Pedro Martínez es maestro panadero y ha decidido recuperar el horno a leña de la Panadería Manolo de Sant Francesc que hacía más de 40 años que no se utilizaba

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Pedro Martínez con el pan elaborado con el horno de leña
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Seguro que los que vivís o frecuentáis el centro de Sant Francesc por las mañanas os habéis percatado de que algo rico y apetitoso se cuece a la leña. Se trata, ni más ni menos que el pan que se hornea en la panadería Manolo en un horno que se había dejado de utilizar.

Pedro junto al horno de leña de la Panaderia Manolo

El maestro panadero, Pedro Martínez, contó a Formenteraavui que la panadería existe desde 1925 y que cuando se instaló el horno industrial en 1969 se dejó de utilizar el sistema a leña por lo que ahora, casi cincuenta años después, «le hacía ilusión recuperarlo».

Según explica Pedro, la diferencia con el horno a gas es que el pan a leña tiene un tiempo de cocción más lento «ya que la leña tarda más en calentar», explica el experto. Sobre si hay diferencias entre el sabor, dependiendo el tipo de cocción, Martínez lo deja al gusto de cada uno aunque a él el de leña le recuerda al que se hace en su Galicia natal.

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En todo caso, lo cierto es que el proceso es un poco más trabajoso ya que este tipo de horno se tiene que encender antes que el industrial «hasta pillarse el truco», aunque los ingredientes y el fermentado y amasado del pan son iguales para los dos métodos de cocción.

Pan cocido con horno de leña

Leña de pino

La leña que utiliza Pedro para calentar el horno es de pino de Formentera que le provee el dueño de la panadería y que procede de un bosque propio.

El precio de la barra es el mismo que el de la normal, porque ahora mismo no tienen que comprar la leña. «Me han regalado la leña ya que si tuviera que comprarla esto encarecería el producto», explicó el panadero.

Esta tarea que ha empezado hace unas semanas se parará en los meses de verano, ya que, según explica Pedro, durante los meses de verano «el trabajo se incrementa muchísimo y no sería posible llevarlo a cabo como corresponde».

Mientras tanto podemos seguir disfrutando de un pan artesanal y que a muchos nos huele a infancia.

 

 

 

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