Mejoran los resultados en la erradicación de la procesionaria del pino

La campaña 2018 se salda con la retirada de 5785 bolsas de procesionaria en Formentera en tres semanas de trabajo

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Trabajos de retirada manual de la procesionaria del pino
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Los trabajos que se están llevando a cabo para acabar con la plaga de la procesionaria, la oruga del pino, están dando sus frutos. Durante la mañana de ayer dos trabajadores forestales coordinados por el Ibanat y la Conselleria de Medioambiente del Consell Insular seguían trabajando en la zona de can Parra con la retirada manual de los bolsones de procesionaria.

Ejemplo de bolsón de procesionaria

Se trata de una plaga que se ha extendido en la isla aunque este año han disminuido el número de capturas. En concreto, desde el pasado 8 de enero, se han eliminado 5785 bolsas de esta oruga. Según la consellera insular de Medio Ambiente, Daisee Aguilera, estas cifras «demuestran que hay un descenso desde la campaña de 2015, en la que se recogieron unas 12.000 bolsas y la del pasado 2016, en la que se eliminaron 6627 bolsas».

La consellera de Medio Ambiente, Daisee Aguilera

La consellera Aguilera calificó de «positivos» los tratamientos aplicados tanto terrestres como aéreos, a partir de la materia activa Bacillus thuringiensis, a través de su pulverización sobre 1.500 hectáreas de pinar concentradas en la zona de es Cap de Barbaria. Asimismo se contará, en caso necesario, con los miembros del colectivo de cazadores de la isla para «derribar» las bolsas que se encuentren a una altura superior a la que puedan llegar los trabajadores forestales.

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Plan de Inspección Ocular

El Plan de Inspección Ocular y la eliminación de bolsas forma parte del Proyecto de Control Integral que la Conselleria de Medioambiente ejecuta anualmente para el control de la procesionaria del pino en Formentera.

Trabajos de erradicación de la oruga del pino en la zona de es Cap de Barbaria

Según informaron desde el Consell, esta línea de actuación incorpora además la instalación de trampas para el monitoreo y la captura de mariposas; el tratamiento aéreo previsto para 4 años (2017 a 2020); la instalación y mantenimiento de cajas para el refugio de murciélagos, importantes depredadores de mariposas en vuelo, y el estudio sobre los parásitos de la procesionaria.

Los efectivos retiraban ayer los últimas bolsas de orugas, un «bicho» pequeño y peludo que en contacto con la piel humana provoca escozor, sensación de quemadura y puede, en el caso de pieles sensibles, provocar reacciones alérgicas importantes.

 

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