Cuando hacer las cosas bien sale mal

Pepita Costa tuvo que pagar una multa de 150 euros al Consell de Formentera por culpa de una caja de cartón que ella no había tirado pero que tenía un albarán de su tienda y que fue localizada fuera de los contenedores de Cala en Baster

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Caja de cartón encontrada en Cala en Baster con el nombre del comercio
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Pepita Costa está muy concienciada con la separación de residuos en origen y separa en su casa los restos de comida, el plástico, los envases y los elementos de vidrio para depositarlos en los contenedores con fracciones diferenciadas para la recogida selectiva.

Ella regenta una tienda en Sant Francesc y, como establece la normativa, cuando se acumulan cajas de cartón las dobla y las deja en los puntos establecidos por el Consell para que sean retiradas por los servicios de limpieza.

La propuesta de sanción llevaba fotografías de la caja de cartón encontrada en Cala en Baster

Hasta aquí todo bien, pero el pasado 20 de mayo algún vecino necesitó una caja de cartón y cogió una de las que Pepita había dejado apiladas en el punto de recogida. Esta caja pequeña, según comentó la empresaria a Formenteraavui,  fue encontrada por los servicios de inspección del Consell Insular fuera de uno de los contenedores ubicados en la zona de Cala en Baster y esta caja llevaba pegado un albarán de la empresa que Pepita regenta. «Esto fue el 20 de mayo y en el mes de julio me llega una multa de 150 euros», comentó.

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La multa fue recurrida por la afectada que declaró no tener ni idea de cómo la caja con su nombre había llegado a Cala en Baster por lo que recurrió la sanción ante las oficinas del Consell y, el pasado 28 de diciembre,  le informaron que no aceptaban el recurso presentado. «El 28 de diciembre, fecha irónica, me dijeron que no aceptaban el recurso,  y he tenido que pagar los 150 euros», apuntó.

Pepita denuncia que se acumula una gran cantidad de basura en los contenedores con total impunidad

Según explica Pepita Costa, pagó la multa con el objetivo de olvidarse del tema que suficientes dolores de cabeza le había dado hasta la fecha. «He pagado porque recurrir hubiera sido un desgaste en salud pero quiero destacar que se me ha puesto una multa por algo que yo no hice mientras los contenedores en diseminado están llenos de basura contaminante como restos de obra, neumáticos, aceite usado, colchones y otros objetos que quedan impunes, mientras que en mi caso era una simple caja de cartón que, desgraciadamente, llevaba pegado un albarán con mi nombre», concluyó.

Pepita considera bueno que se aplique la normativa en materia de residuos pero siente que en algunos casos «pagan justos por pecadores».

 

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