«La emigración balear en Latinoamérica» fue el tema elegido para cerrar las Jornadas de Patrimoni «Joan Marí Cardona», organizadas por el Consell Insular de Formentera y, en este caso, a cargo del profesor de Historia Contemporánea de la UIB, Antoni Miramón.
Antes de la conferencia el experto explicó a Formenteraavui, que el tema de la emigración hacia Latinoamérica por parte de los naturales de Baleares es el centro de una buena parte de las investigaciones que llevan a cabo en la Universidad desde hace muchos años, a partir de los trabajos realizados por el catedrático Sebastià Serra Busquets.
«Entre 1880 y 1910, Baleares tuvo un saldo demográfico negativo ya que una gran parte de la población, sobre todo hombres jóvenes, unos 40.000 emigraron a países como Cuba, Uruguay y Argentina», explicó Miramón.
«Aunque parezca una cifra importante no se compara con la de Galicia, comunidad en la que se calcula una emigración que supera las 250.000 personas en el mismo período», apuntó el experto.
En la investigación llevada a cabo por el profesor y sus colaboradores y relacionada con Baleares, los primeros emigrantes, sobre todo de Menorca iban a Francia y Argelia, pero no los de Formentera que se decantaron por «cruzar el charco».
Argentina, Cuba y Uruguay
Los habitantes de Formentera, en su mayoría hombres, se decantaron por Argentina, Cuba y Uruguay.
«En el caso de Argentina, este país abrió la inmigración a población blanca europea y para ello envió a las islas a algunos agentes para hacer propaganda y pagaban el viaje para ir aunque no fueron tantos los que desplazaron a este país, unos cincuenta registrados», señaló el profesor.
Con respecto a Uruguay y Cuba, Antoni Miramón, destacó que el historiador Jaume Verdera i Verdera registró más de 200 emigrantes de Formentera en Uruguay y unos 250 en Cuba, aunque «no queda muy claro por qué a estos dos países». Con la crisis del 29, disminuye la emigración y ya no se producen los importantes flujos antes mencionados.
Miramón comentó además que según crónicas de la época los habitantes de Formentera no eran muy «marineros», pero hubo un momento en que muchos se enrolaron en buques mercantes y, es muy probable, que conociendo las rutas náuticas podían llegar a estos países donde se ganaba mucho más y así prosperar.
Asimismo destacó que la mayoría de los emigrantes de Formentera quisieron volver para comprar unas tierras y crear una familia, sobre todos los de Cuba, mientras que los que emigraron a Uruguay y Argentina y debido a la distancia muchos se quedaron en sus países de acogida.
«Esta diáspora sirvió para mejorar el nivel de vida de Formentera, contribuyó a su crecimiento económico y a introducir nuevos pensamientos avanzados y progresistas», concluyó el historiador.