El trabajo minucioso de expertos saca a la luz cada año algunos de los restos de las civilizaciones que nos precedieron. Los arqueólogos María José Escandell y Ricard Marlasca han contribuido este año a alumbrar una parte de este pasado gracias a los trabajos de investigación llevados a cabo el pasado mes de abril en la necrópolis bizantina descubierta en Sa Tanca Vella de Sant Francesc. Ambos arqueólogos han formado parte esta semana del equipo de ponentes de las jornadas Joan Marí Cardona, organizadas por la Conselleria de Patrimoni del Consell Insular de Formentera.
Los trabajos realizados en la necrópolis de Sant Francesc por la empresa Posidonia, a la que pertenecen los dos expertos, consistieron en lo que denominan estos profesionales como un «seguimiento arqueológico programado» y con un carácter preventivo. «Esta zona estaba dentro de un conjunto histórico y por tanto se prescribió realizar labores de estudio y tuvimos la sorpresa de encontrar estas fosas con restos humanos», explicó Maria José Escandell.
Dichos restos fueron analizados por los expertos y, según una pieza cerámica encontrada en una de tumbas, los análisis reflejaron que datan del siglo VII después de Cristo, en la época bizantina.
Antecedentes
María José Escandell recordó que en 1916, Josep Colominas, encontró tres tumbas previas a la época bizantina. «Se trataba de personas humildes, campesinos, con un ajuar pobre y algún pendiente de bronce», explicó la experta.
Debido al hallazgo del pasado mes de abril se pudo comprobar que las familias reutilizaban las tumbas ya que se han encontrado restos de hasta tres personas en la misma fosa. También se localizó en el área agujeros destinados a la plantación de árboles, con restos de cerámica que podría datar de la Edad Moderna.
Pasos a seguir
«A partir de ahora hay unos procesos administrativos que se deben llevar a cabo por parte de Patrimonio, ya que suponemos que la necrópolis es mucho más extensa», explicó Escandell.
Asimismo los expertos están pendientes de los estudios antropológicos y de las analíticas de estos restos que, en principio, permanecerán en el Museo Antropológico de Eivissa, a la espera que se ponga en marcha el propio de Formentera.
«Todos los restos localizados en Formentera desde lo arqueológico son maravillosos y se merecen un museo» concluyó Escandell.