La necrópolis bizantina hallada hace un mes en Sant Francesc Xavier, durante las obras de construcción de una promoción de viviendas de titularidad privada, sigue siendo motivo de estudio. Según explicaron ayer la consellera de Patrimonio, Susana Labrador, el técnico del área, Jaume Escandell y la arqueóloga, María José Escandell, la intervención en el terreno ha tenido carácter «preventivo».
Como anticipó en su momento Formenteraavui en las obras se descubrieron cuatro tumbas, confeccionadas con una argamasa de cal, arena y cerámica machacada, en las que había enterradas al menos 12 personas: 8 adultos y 4 niños, así como elementos cerámicos, dos bolas de vidrio y cornalina y dos brazaletes, uno de ellos de forma hexagonal, restos que han permitido datar el yacimiento en el siglo VII d.c, época bizantina.
Para el experto en patrimonio, Jaume Escandell: «este hallazgo es de gran interés desde el punto de vista del patrimonio cultural, teniendo en cuenta que se trata de un periodo del que se tiene poca información y supone una aportación científica relevante de la historia de la antigüedad tardía en Formentera».
Por otra parte, estudios posteriores permitirán conocer la alimentación, el tipo de costumbres y las enfermedades que pudieron padecer los habitantes de la isla en el siglo VII.
En cuanto al futuro de la necrópolis, la consellera Labrador manifestó que este dependerá de lo que decida la Comisión Específica de Arqueología, órgano consultivo creado en 2013 para asesorar al Consell en esta materia, y los restos humanos encontrados serán trasladados al Museo Arqueológico de Eivissa i Formentera, una vez acabados los estudios preliminares.
Intervención
La arqueóloga y directora del tratamiento del hallazgo de los restos en Sant Francesc, María José Escandell, explicó ayer que desde el año 1916, en el que Josep Colomines i Roca, excavó en la finca de Can Gavino tres tumbas, dos de época bajo imperial y una de bizantina, no se había vuelto a encontrar ningún entierro de esos años.
Asimismo detalló, en su explicación ante los medios, la localización de «23 agujeros de cultivo para plantar árboles, de época posterior a los enterramientos» y que el hallazgo de las tumbas se produjo cuando el seguimiento estaba a punto de terminar en la esquina oeste del solar. «En las Pitiüses, la gente vivía dispersa por el campo en unidades unifamiliares por lo que se creaban cementerios para sus miembros que se situaban cerca del terreno que ocupaba la vivienda», apuntó la arqueóloga.
Otra de las primeras conclusiones obtenidas desde el hallazgo desvelan que las personas eran enterradas sin ataúd ya que no aparecen los clavos que se utilizan para la construcción de los mismos. Asimismo, el conjunto de restos encontrados en una de las tumbas indicarían que se trataba de un osario.
Futuro de la necrópolis
Las acciones futuras que se llevarán a cabo en la necrópolis serán por parte de la Comisión Técnica Asesora de Urbanismo, Ordenación del Territorio, Patrimonio Histórico y Actividades. En este sentido cabe recordar que según establecen las Normas Subsidiarias de Formentera aprobadas en septiembre de 2010, «todas las remociones de los subsuelos previstas dentro de los entornos de protección de los yacimientos arqueológicos deben contar con control arqueológico».
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