La buena climatología de estos días invita a dar largos paseos por la isla y que mejor que realizarlos en grupo y guiados por un especialista, en este caso, en piedras. Así transcurrió la mañana del sábado entre Punta Prima, Cala en Baster y es Carnatge aprendiendo los secretos de nuestro paisaje con el geólogo Roger Mata.
Este especialista escribió junto al también geólogo Xisco Roig la obra «Eivissa i Formentera: camins y pedres. Descoberta geològica i geomorfològica», una guía sobre el entorno natural de las Pitiüses que fue presentada el pasado viernes en la Biblioteca Marià Villangómez de sant Francesc Xavier.
Quince personas participaron en dicho paseo y pudieron conocer de primera mano algunos de los secretos de los terrenos rocosos de nuestro litoral. «La idea de escribir el libro surgió en Eivissa durante unas jornadas de ecoturismo», apuntó Mata, un apasionado de su trabajo y gran conocedor de la geomorfología insular.
En la visita los participantes pudieron conocer que, desde el punto de vista geológico, Formentera es muy joven en comparación con otros enclaves, aunque la «juventud» se sitúa en 10 millones de años en el Mioceno, «lo que en términos geológicos es muy poco», explicó el experto. «Se trata de una geología muy bien puesta, sin grandes fallas, pliegues o restos volcánicos y con una cobertura vegetal mínima lo que hace que los elementos sean fácilmente identificables», apuntó Mata.
Roger Mata comentó a los asistentes que lo que más le gusta de la geomorfología de la isla son los «detalles» que provoca la erosión marina y los vientos sobre las rocas calizas y sedimentarias que son las que predominan en Formentera. Con respecto a los «pliegues y entradas» del acantilado de Punta Prima, que se ven desde el terreno donde se ubica la torre de vigilancia, «es un punto claro de erosión marina y se puede distinguir la piedra caliza y otra más rojiza: la lutita».
En este sentido, el experto apuntó que las piedras dan a conocer un gran número de detalles. «Las piedras cuentan cosas y hay que saber escucharlas y en el caso de Formentera es un ejemplo de geología tranquila, agradable y relajada», comentó Mata.
El experto explicó por último que Formentera formó parte de una isla mayor unida a Eivissa y apuntó que las grandes rocas calizas que se encuentran sobre varios acantilados fueron producto de un tsunami que asoló el Mediterráneo en el siglo XVII y que las «arrastró y subió desde el fondo del mar».